viernes, 26 de agosto de 2011

Hace tanto tiempo que no escribo que no sé ni por dónde empezar…

En la línea de la última entrada de Pili, diré que el veranito ha entrado en su recta final y algunos de nuestros protagonistas (tomates y judías) empiezan a culminar su corta pero exuberante vida. Por otro lado, parece que a nuestros pimientos y berenjenas aún les quedan fuerzas para proveernos hasta finales de septiembre, lo cual no está nada mal, a ver si nos espabilamos e ideamos nuevas recetas culinarias ;) Las cebollas y los puerros van como un tiro, los cacahuetes no dejan de sorprendernos y hemos incorporado nuevos inquilinos que ya empiezan a estar cada día más bonitos. Vamos a hacer un repasito general de huerto, para que podáis haceros una idea:

BANCAL 1: Uno de los bancales que tan bien prepararon Pili y Jordi. En él hemos plantado 2 plantones de pepinos y 2 de calabacín, uno de los últimos por cierto, no logró sobrevivir la primera semana. A ver si estas matas nos van mejor que las últimas que tuvimos, las cuales comenzaron a crecer de manera desorbitada y escaparon a nuestro control. También hay semillas de flores varias, que cuando decidan crecer supongo que nos darán una agradable sorpresa, y una incorporación de última hora, 4 plantones de coliflor, que de manera momentánea permanecen en este bancal hasta que podamos trasplantarlos a uno más adecuado.

BANCAL 2: Un montón de puerros que van como un tiro, y unos pocos más que nos trajo Vicent hace una semana y que plantamos en el sitio dónde queríamos poner zanahorias, pero bueno… ¡los puerros siempre vienen bien! Todavía mantenemos 2 plantas de acelgas, que ya han florecido y estamos recogiendo las semillas para el año próximo. Al igual que en el bancal anterior, hay 4 plantones provisionales de coliflor.

BANCAL 3: nuestras mimadas protagonistas estivales, las tomateras, que ya están entrando en su lento declive… ¡ay!

BANCAL 4: El otro bancal “niquelao” made by Jordi & Pili. Este viene surtidito… de momento lechugas de varios tipos plantadas en dos tandas, algunas están para recoger y otras espero que lo estén de aquí a 2-3 semanas. Una mata de tomate moruno, que aunque en teoría no necesite ser entutorada, al final le he puesto unas cañas pues me la encontré en el suelo. En la hilera del centro hemos plantado semillas de habas, separadas 50 cm entre cada semilla (12 semillas en total). La profundidad a la que están plantadas es algo intermedio (ni muy honda ni muy cerca de la superficie), pues en el momento desconocía cuál era la apropiada. Posteriormente he leído que hay que hacer un surco de unos 8 cm de profundidad, (aunque también ponía que la separación entre semillas debería ser de 15 cm). Algunas están saliendo ya… otras todavía no, y sinceramente… eso me preocupa un poquillo…

BANCAL 5: Precioso bancal de leguminosas. Las judías ya están un poco pochas, y en mi opinión deberíamos quitarlas ya (sobre todo las finas, las anchas todavía podrían aguantar un poco más). Por otro lado los cacahuetes han iniciado su curioso viaje subterráneo, el cual nos tiene a todas intrigadas. Tal y como dice la guía de “El horticultor autosuficiente” de John Seymour, para ayudar a nuestras plantas hemos elevado la tierra alrededor de la planta en círculo para que los extremos de los tallos se entierren con más facilidad. Todavía no sabemos muy bien cuánto tiempo va a necesitar para madurar sus frutos, aunque parece ser que cuando llegue ese momento las hojas empezarán a amarillear. En fin, un misterio más que añadir.

Este es el bancal donde van nuestras desperdigadas coliflores. Antes de nada aclarar que en realidad tenemos 4 coliflores y 4 brócolis, pero no soy capaz de distinguirlos a tan tempranas edades. Por lo que he podido leer, ambos se siembran después de recoger las judías, al final del verano, dejándolas si fuera necesario en un bancal de mantenimiento durante 1-2 meses. Necesitan un suelo firme, así que conviene no arrancar las plantas de judías, sino cortarlas con la azada dejando la raíz. Las plantaremos con unos 40-45 cm de separación y se deberá acolchar con paja o abono. En fin, hay mucha más información al respecto, pero esto creo que es lo más importante.

BANCAL 6: Pimientos varios: italianos, cuatro cantos y de padrón… a los cuales les correspondería un refrán más o menos así: “todos pican, y si es sortudo algunos non”. Aquí también plantamos una matita de tomate moruno, pero no ha ido muy bien, pues los pimientos por un lado y las berenjenas por el otro le tapaban bastante el Sol.

BANCAL 7: Frondoso bancal de berenjenas.

BANCAL 8: Muuuchas cebollas y como siempre al final, un poquito de perejil, para dar aún más aroma, color, sabor y vitamina C. Rico rico.

Bien, este es nuestro repasito… al final no ha quedado mal. Próximamente más fotos ilustrativas que añadiré a esta entrada y planes futuros.