Ayer sábado (bueno, ya antes de ayer) hice una visita fugaz con mis padres al huerto, al salir del trabajo. La idea era enseñárselo antes de que se fuera el sol, hacer alguna foto y quitar unas pocas malas hierbas.

Les encantó (no lo dudaba), y merendamos chocolate y coca de pasas y nueces en la mesita junto a los naranjos (¿o mandarinos?), como cuando mis abuelos nos llevaban a merendar a los campos detrás de nuestro barrio. Qué buen sabor de boca... la coca y el recuerdo ;-)

No tuvimos mucho rato de luz, pero después de merendar aún nos quedó algo para quitar entre mi madre y yo la mayoría de malas hierbas sobre los bancales, sobre todo del de las berenjenas y las lechugas hoja de roble (que allí se habían cebado), mientras mi padre iba tomando algunas fotos.

Allí estábamos mi madre y yo azadita en mano cogiéndole el gustillo a arrancar de cuajo las malvadas hierbitas... y alguna le cogió tanto el gusto que si no la paro nos destripa el cebollino ¿eh mamá? ;-) Es broma, claro, es que a algunas hierbitas habría que pedirles el DNI, la verdad :-P

Os pongo al día: el 2º bancal está precioso, las lechugas están para colgarlas en la pared en vez de comérselas (¿ya se podrán recoger? habrá que preguntarle a Vicent...), y las tomateras dentro de la manta térmica están muy grandes ya e incluso tienen alguna flor, me imagino que pronto habrá que desmontarla, ¿no?.

Los plantones de los otros bancales están bastante bien, quizá las berenjenas un poco paraditas, pero confío en que pronto se espabilen. ¡Y de la hilera de las judías verdes ha salido la primera plantita! Es tan linda :-) Sólo ha salido una, supongo que las otras no tardarán en asomar... Aquí podéis ver a la judía pionera :-D

También un poco de perejil...

Y bueno, poca cosa més, me voy a dormir que éstas no son horas. ¡Hasta la próxima!