Sábado 2 de abril 2011

Bueno, mi turno.

El sábado tuvimos un nuevo visitante a nuestro huerto: Jorge. No sé si volverá, porque lo explotamos un poco ;-) pero la verdad es que entre todos esa mañana nos cundió mucho.

Las acelgas y las espinacas ya empezaban a tener unos brotecillos majos y un aspecto de lo más lindo. En cuanto a las primeras lechugas que plantamos eran ya medianas y preciosas (nos va a saber mal comerlas). Las zanahorias despuntaban en unas hileritas que parecían filas de hormigas y los puerros y las cebollas empezaban a tener un calibre también ya en condiciones.

Mientras unas se peleaban con las malas hierbas (a quienes parece gustar el huerto tanto como a nosotras mismas), otros acabábamos la instalación del riego por goteo en los bancales que faltaban.

Luego, previo asesoramiento de Vicent en cuanto a distancias de siembra y aprovechamiento máximo de los bancales, nos dispusimos a sembrar todas las cositas apetecibles que nos habíamos propuesto. La cosa quedó así, más o menos:

Bancal 5:

1 hilera de cacahuete

La mitad de semillas con vaina (separadas 20 cm entre sí) y la otra mitad sin (separadas 10 cm).

1 hilera de judía verde

Unos 12 agujerillos con un par de semillas en cada uno.

¡IMPORTANTE!: Los agujeros hechos con el palustre en este caso no se deben tapar con tierra, porque al mojarse y secarse hace costra y las semillas no tienen fuerza suficiente para germinar, por eso las tapamos sólo con abono desmenuzado.

Bancal 6:

9 plantones de pimiento

2 plantones de lechuga "hoja de roble"

Bancal 7:

8 plantones de berenjena

15 plantones de lechuga "hoja de roble"

Como leo por ahí en un comentario de una fiel seguidora ;-) las lechugas eran insuficientes hasta ahora para tantas bocas que alimentar, faltaba esta remesa.

En cuanto a pimientos y berenjenas, la idea fue plantar plantones suficientes para que nos den frutos para las cuatro pero no demasiados, para que luego no nos pasemos dos semanas comiendo sólo berenjena, o se nos hagan malas :-P

Dentro de unas semanas, nueva remesa para escalonar un poquito la producción...

Para plantar los plantones de las berenjenas y los pimientos, hicimos agujeros con el palustre y los regamos. Cuando hubo chupado el agua pusimos el plantón en el hueco, tapamos con la tierra vaciada y volvimos a regar. Como era sábado y el riego no se abre hasta el lunes, pusimos mucho cuidado en regar tropecientas veces a lo largo de la mañana los nuevos plantones para que aguantaran hasta entonces. De paso, regamos otra vez todos los bancales con las regaderas, para lo cual agradecimos el reciente descubrimiento de dos grifillos junto a nuestra parcela, para ahorrarnos los mil viajes tontos que veníamos haciendo hasta ahora desde el lavaderito que hay al fondo de la finca, junto al cobertizo de las herramientas. Así somos, deportistas :-)

La manta térmica sobre las tomateras seguía perfectamente colocada, como una campeona. Empieza a tener un aspecto tan profesional nuestro huertito... :-)

En broma en broma la mañana pasó muy rápido (con parada técnica para almorzar), hacía un día estupendo y nos pusimos morenitos. Ya empieza el buen tiempo para el huerto...

Bueno, así de memoria creo que no me dejo nada, si alguna se acuerda de más detallitos, que hable ahora o calle para siempre :-)