Ayer estuvimos por el huerto comprobando que tal van nuestras verduras después de las abundantes lluvias y de nuestro tratamiento con Bacillus.
En primer lugar decir que nuestra barraca ha soportado los embates de las tormentas pascueras sin mostrar un sólo signo de debilidad, así que creo que se puede decir: “prueba superada”. En segundo lugar y no tan bueno, las malas hierbas parecen crecer con el mismo brío que nuestras lechugas, en especial una que no recordamos muy bien como se llama y que nos lleva por la calle de la amargura (próximamente en nuestro apartado de plagas). Otra mala noticia es que nuestras espinacas y acelgas continúan algo pochas. No tenemos mucha idea sobre lo que les aqueja, pero existen múltiples opciones: hongos (agravados además por estas últimas lluvias), una mosca llamada Pegomia y cuyas larvas podrían estar comiéndose el interior de las hojas, o un virus contagiado por algún pulgón, caso este último harto imposible de determinar… en fin, ¡no iba a ser todo coser y cantar! De todos modos, y a modo de recompensa, decir que el Bacillus a cumplido con creces su misión, y nuestras tomateras gozan de una estupenda salud, (no vimos ni una sola larva de tuta). Aquí una imagen general de huerto:
Las tareas llevadas a cabo ayer consistieron en:
Bancal 2: quitar malas hierbas, eliminar manualmente el máximo número posible de caracoles y tijeretas, eliminar las hojas de espinacas y acelgas en peor estado, pulverizar sobre las espinacas y acelgas Nim y rodear el bancal con una línea de ceniza para evitar la llegada de más caracoles.
Bancal 3: deshojar todas las tomateras que lo requirieran, entutorar a las de la fila 2 y pulverizar Nim.
También pulverizamos Nim sobre berenjenas, pimientos, cacahuetes y las dos matas de calabacín. Esta decisión la tomamos porque hemos visto que algunas de estas plantas tienen pulgón y no queremos que les pase lo mismo que a las acelgas y las espinacas, así que más vale prevenir que curar. De todos modos, queda pendiente preguntarle a Vicent para ver que piensa al respecto.
Por cierto, mirad que estupendos están nuestros cacahuetes:
Y de postre hoy… ¡ensalada!… aquí tenéis a Pili recolectando infinitamente nuestra primera lechuga ;) (Por cierto, no es preocupéis que en cuanto empiecen a estar todas las demás os avisaremos. En este caso solo era una, ya sabéis, la típica “chica aventajada de la clase”).